¿Será el BlackBerry Torch un iPhone killer? No lo es, ni lo pretende su fabricante. La sola pregunta es estúpida, o acaso refleja una incomprensión de la diversidad de un mercado en el que caben muchos tipos de usuarios. Apple y RIM ocupan diferentes espacios, ¿por qué no competir sin sentir esas pulsiones homicidas que concibe el maniqueismo de algunos bloggers? Durante tres años de coexistencia, BlackBerry ha defendido su posición en el mercado empresarial y, salvo el fiasco de su fallido modelo Storm, sin imitar los rasgos distintivos del iPhone. Por su parte, el iPhone es más un gadget de consumo que un dispositivo profesional, pero no es razón para dormirse.
Es innegable que el iPhone, ya en su cuarta versión, ha dejado su impronta en el mercado, y los competidores no pueden ignorarla. En esta medida, puede decirse que el nuevo BlackBerry llega un año tarde, pero no hay que tomar la expresión al pie de la letra: hace un año Apple parecía invulnerable, hoy recibe críticas por varios flancos, y ha dejado de ser el que más crece. BlackBerry necesitaba urgentemente renovar su sistema operativo para competir con el novísimo iOS 4 y con el inminente Android 2.2, que obviamente no existían hace un año. Este es el papel asignado al nuevo BlackBerry 6.0, la verdadera clave del anuncio de esta semana, por novedoso que sea el hardware, que lo es.
Léase el siguiente comentario de alguien que lo ha tocado pero no probado: “el Torch luce como algo bien hecho, es compacto y ligero pero robusto; su pantalla es brillante y el texto fácil de leer; los diseñadores han hecho bien su trabajo al combinar los distintos elementos del interfaz. En muchos sentidos, es lo que uno espera de BlackBerry, un teclado de tamaño decente; pero cuando este se oculta bajo la carcasa, se puede operar con los gestos reconocibles en las buenas pantalla táctiles capacitivas”. La única crítica que se le ha hecho es la resolución de 480 x 360, probablemente dictada por la compatibilidad de aplicaciones, muy inferior a la que llevan los recientes smartphones.
Dicho esto, hay que insistir en que la auténtica novedad reside en el software, con un conjunto de funciones de productividad mejoradas, a las que se añaden otras con clara orientación multimedia. Entre ellas, un buscador “universal” – permite al usuario hacer búsquedas en su mail, documentos y prácticamente todo lo que alberga el dispositivo, además de la Web – y una bandeja de entrada, también “universal” que combina el mail con las redes sociales. Pero, como RIM quiere y necesita seducir a los consumidores y no sólo a sus leales, ha añadido la sincronización de música por WiFi, así como una nueva versión de la tienda de aplicaciones BlackBerry App World.
Por cierto, el nombre del dispositivo procede de la adquisición de la empresa Torch Mobile, que ha aportado un navegador compatible con HTML5 [no soporta Flash, aunque RIM dice estar trabajando en ello con Adobe]. Desafortunadamente para la marca, estos rasgos interesantes llegan al mercado cuando otros ya han resuelto los mismos problemas. O están en camino de hacerlo. En cierto modo, Microsoft arrastraba un dilema parecido con Windows Mobile: perseverar en un perfil profesional o volver a empezar mirando al consumidor. La respuesta es/será Windows Phone 7, pero BlackBerry estaba obligada a cabalgar dos monturas. Lo resume Avi Greengart con una frase inmejorable. “Había tres puntos que BlackBerry debía resolver: la navegación Web, la experiencia de usuario y las aplicaciones. Ha acertado de pleno en el primero, y el segundo ha logrado que aporte funciones más ricas sin dejar de ser familiar, lo que es bueno para retener usuarios, pero insuficiente para atraer nuevos. En cuanto a las aplicaciones, RIM tiene mucho trabajo por delante para estar a la altura”.
La respuesta la tiene el mercado. BlackBerry es el número dos mundial de los smartphones, con un 18% de cuota, y ya tiene mérito haber aguantado esa posición ante el avance del iPhone y los Android: en el segundo trimestres, sus ventas han aumentado un 41% con respecto a las de igual período del pasado. Pero los analistas no cesan en su obsesión con el mercado estadounidense, en el que la cuota de BlackBerry ha descendido mientras que las de Apple y Google aumentaban. Tan influyentes caballeros lo atribuyen todo a que BlackBerry no tenía interfaz táctil.
La buena noticia para RIM es que todos los smartphones ganan popularidad. Según Strategy Analytics, en 2013 representarán el 30% del total mundial de móviles, pero en América del Norte será el 48% y en Europa el 60%. Con la demanda, claro está, crecerá también la competencia. Un informe publicado por Nielsen los últimos días confirma que BlackBerry no ha perdido nada de su popularidad entre los fieles, pero Android gana rápidamente clientela y el iPhone es el “más deseado” como la próxima compra de un smartphone. Una conclusión posible es que Torch será un elemento clave para que RIM conserve o aumente el porcentaje de usuarios leales a la marca BlackBerry.
Unas palabras sobre los operadores. En Estados Unidos, lo comercializará AT&T, necesitado de compensar la próxima pérdida de exclusividad del iPhone. El Torch no llegará a Europa hasta diciembre, empezando por el mercado británico, y en principio su compañero de viaje podría ser Vodafone, pero no todas las cartas están jugadas.